¿Aguas turquesas, playas de arena blanca y palmeras meciéndose con la brisa? Aunque suene a Caribe, existen paraísos casi idénticos —e igual de paradisíacos— fuera de esta famosa región. Aquí te presentamos cinco islas poco conocidas que podrían engañar a cualquiera por su estilo caribeño, pero que están en lugares muy distintos del mapa.
1. Îles de Lérins, Francia
Frente a la glamorosa ciudad de Cannes, en la Riviera Francesa, se encuentran estas islas tranquilas, bañadas por aguas cristalinas. Sainte-Marguerite y Saint-Honorat ofrecen playas apartadas, pinos mediterráneos y calas turquesas que recuerdan a cualquier rincón de las Antillas.
Además de belleza natural, tienen historia: en Sainte-Marguerite estuvo preso el enigmático Hombre de la Máscara de Hierro. Son perfectas para quienes buscan tranquilidad sin alejarse del continente.
2. Islas Azores, Portugal
Este archipiélago volcánico en medio del Atlántico es un secreto bien guardado de Europa. Aunque no está en el Caribe, sus paisajes exuberantes, aguas color esmeralda y playas de lava negra tienen un aire salvaje y tropical. En islas como São Miguel o Flores, puedes nadar en lagunas termales, hacer snorkel entre peces multicolores o explorar cráteres cubiertos de vegetación. La biodiversidad marina rivaliza con la de cualquier isla caribeña, sin el turismo masivo.
3. Isla de Rodrigues, Mauricio
A más de 600 km al este de la isla principal de Mauricio, Rodrigues es un diminuto edén en el océano Índico. Sus playas vírgenes, su laguna turquesa y su ambiente relajado la hacen sentir como un Caribe intocado. La pesca, el buceo y el kite-surf son actividades comunes, pero lo mejor es su ritmo pausado y la calidez de sus habitantes. Ideal para quienes buscan desconexión total.
4. Cayo Levisa, Cuba (sí, en Cuba, pero no como lo imaginas)
Aunque está en territorio caribeño, Cayo Levisa se siente como una isla secreta dentro del mismo Caribe. Ubicada al norte de Pinar del Río y accesible solo por barco, esta pequeña isla es aún desconocida para muchos. Tiene aguas transparentes, arenas blancas y un arrecife de coral prácticamente virgen. A diferencia de los cayos turísticos, aquí reina el silencio, la naturaleza y una vibra de isla desierta.
5. Isla Holbox, México (pero no del Caribe tradicional)
Ubicada justo donde termina el mar Caribe y comienza el golfo de México, Holbox es un paraíso bohemio que a menudo se escapa de los mapas turísticos. Sus playas parecen sacadas de una postal caribeña, pero su ambiente es más relajado, con calles de arena, bicicletas y murales coloridos. Además, entre junio y septiembre, es uno de los mejores lugares del mundo para nadar con tiburones ballena.
¿La mejor parte?
Estas islas combinan belleza tropical con autenticidad y tranquilidad, alejadas del bullicio de los destinos más conocidos. Si sueñas con paisajes caribeños sin estar realmente en el Caribe, estas joyas escondidas te esperan con los brazos abiertos.
Yuniet Blanco Salas
